Viñedo: SAN BERNARDINO
Superficie: 10 ha
Altitud: 830 mts
Año Plantación: 2000.
Portainjerto: Ritcher 110
Densidad Plantación: 2500 cepas/ha
Conducción: Espaldera
Orientación: SurOeste
Características: Suelo Arcillo-Limoso, con una buena capacidad de retención de agua, baja concentración de materia orgánica y de caliza activa.
A nivel enológico, nos encontramos con un suelo de estructura fuerte, con cierta resistencia a la sequía. Compacto, por lo que debemos realizar trabajos periódicos para incrementar su aireación y evitar posibles anomalías, como la asfixia radicular, pero con la capacidad de gestionar bien la duración del ciclo vegetativo de la viña, produciendo uvas equilibradas, con una buena relación acidez-grado alcohólico.
Variedades: Tempranillo

Viñedo: SAN FRUTOS
Superficie: 9 ha
Altitud: 830 mts
Año Plantación: 1999
Portainjerto: 110 Ritcher
Densidad Plantación: 2500 cepas/ha
Conducción: Espaldera
Orientación: SurOeste

Características: Suelo básico franco arcillo-arenoso, con una concentración de caliza activa moderada, de bajo contenido en materia orgánica.
Nos encontramos en un suelo equilibrado a nivel estructural, con un horizonte inferior donde la presencia de arenas hace un terreno permeable y con una respuesta ante la sequía moderada, que es compensada por el horizonte superior, donde predomina la arcilla, con mayor capacidad de retención de nutrientes y agua. Son necesarias las correcciones nutricionales anuales, para equilibrar los diferentes elementos.
La viña se desarrolla en este tipo de terreno con un vigor moderado, con una morfología del racimo pequeño y con una elevada carga tánica, cualidades óptimas para conseguir vinos con personalidad.
Variedades: 7 ha Tempranillo, 2 ha Viognier

Viñedo: LA VIÑA DE JULIAN
Superficie: 1 ha
Altitud: 950 mts
Año Plantación: 1972
Densidad Plantación: 2000 cepas/ha
Conducción: Vaso

Características: Suelo con predominancia de gravas, con sub-capa de arcilla y arena. Son suelos equilibrados y que rara vez presentan desequilibrios nutricionales muy acusados y, por otro, lado retienen el agua, combatiendo de forma racional la escasez de la misma en periodo de envero a maduración.
En este tipo de viñedo, donde la estructura de la cepa es importante, por su edad, la viña se autorregula la producción, buscando el equilibrio entre su parte estructural y su parte reproductiva. El resultado son unos rendimientos muy limitados, pero de una uva de morfología pequeña, elevada concentración de compuestos polifenólicos y que refleja el terroir de donde procede, dando como resultado, vinos persistentes y con una inmejorable capacidad para evolucionar en barrica.
Variedades: Tempranillo